En estos días en los que escuchamos el término conflicto dando vueltas en diferentes discursos, es importante que nos detengamos a pensar en su verdadero significado, pero sobre todo, qué potencial tiene oculto y cómo abordarlo para lograr el mejor acuerdo en términos de relaciones y resultados sostenibles y duraderos.
¿Qué entendemos por Conflicto?. Si acudimos al diccionario de la RAE nos trae las siguientes acepciones:
(Del lat. conflictus).
1. m. Combate, lucha, pelea. U. t. en sent. fig.
2. m. Enfrentamiento armado.
3. m. Apuro, situación desgraciada y de difícil salida.
4. m. Problema, cuestión, materia de discusión.
5. m. Psicol. Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo, capaces de generar angustia y trastornos neuróticos.
6. m. desus. Momento en que la batalla es más dura y violenta.
~ colectivo.
1. m. En las relaciones laborales, el que enfrenta a representantes de los trabajadores y a los empresarios.
Con este enfoque y estas descripciones que nos da la Real Academia de la Lengua… ¿Quién quiere o quién querría tener conflictos??. La verdad es que nos lo ponen difícil, y casi podríamos decir que angustiante.
Afortunadamente hay una ciencia, la conflictología, que se ha encargado de estudiar y analizar los conflictos, descubriendo otros alcances que a menudo desconocemos.
Por ejemplo, los autores Rubin, Pruitt y Hee Kim, definían el conflicto (ya por el 1994) como: “La divergencia percibida de intereses o creencia de que las aspiraciones actuales de las partes no pueden ser alcanzadas simultáneamente”.
Otro autor, como Boulding, ya unos años antes daba la siguiente definición:
“Una forma de conducta competitiva entre personas o grupos. Ocurre cuando dos o más personas compiten sobre objetivos percibidos como incompatibles o realmente incompatibles, o sobre recursos limitados.”
Podemos observar que en estas definiciones la “carga” y el abordaje del fenómeno conflicto son diferentes. En ambos casos se aluden a las percepciones de la partes, a sus creencias limitantes de partida sobre la posibilidad de llegar a acuerdos integradores. Esto es, un enfoque más de suma cero, como ya mencionamos en un post anterior.
Para “sacarle un poco de hierro” al estudio del conflicto, les comparto también la definición de un pionero en esta ciencia:
“El conflicto es como el sexo, un aspecto importante y permanente de la vida que debería ser disfrutado y que ocurre con un razonable grado de frecuencia”.
Morton Deutsch
Ojo, no se trata de un comentario banal o humorístico, sino de una aproximación al tema en función de cómo lo vivimos en la realidad. Y ya sabemos que mucha gente se ha traumado con el sexo, y no lo ha sabido disfrutar o vivenciar positivamente.
Siguiendo con nuestro análisis y profundización en la materia, les presento a continuación una serie de Mitos y Creencias erróneos con algunos comentarios al respecto:
§ La armonía es normal y el conflicto es anormal. (es natural como la Vida misma!).
§ Hay lugares donde jamás se produce un conflicto. (ah, sí? vayamos entonces allá de “vacaciones”!!. Hasta en las mejores familias pasa!).
§ El conflicto siempre es negativo. (¿siempre? ¿en todo momento? ¿no nos sirve?).
§ Conflicto y desacuerdo son la misma cosa. (¿estás de acuerdo con esta afirmación? ¿o por no estar de acuerdo con alguien voy a estar necesariamente en conflicto?).
§ Los conflictos son totalmente evitables. (además de que no siempre se pueden evitar, muchas veces no es deseable evitarlos por el crecimiento que nos traen!!).
§ Su causa está “allá fuera”, es “exterior” a mi persona. (por eso yo nunca soy co-responsable y nunca puedo hacer nada al respecto… Sarcasmo victimista!).
§ Si no se le presta atención a un conflicto, tiende a desaparecer. (cuando no cerramos bien una puerta… con el tiempo trastea y golpea! y siempre genera ruido!!).
§ Alguien saldrá vencedor y otro perdedor. (Más “suma-cero”, más blanco y negro, más buenos y malos, más conmigo o contra mí… polaridad no integrativa!!).
§ Con el tiempo, los conflictos se resuelven solos. (Espera sentad@ entonces y sin hacer nada… y es que lo que no resuelve, vuelve!!).
“Es propio de hombres de cabezas medianas embestir contra todo aquello que no les cabe en la cabeza.”
Antonio Machado
Veamos entonces cuáles son realmente las características del conflicto:
El conflicto es natural entre los seres humanos.
Las partes sostienen diferencias en ideas, opiniones, intereses, creencias, valores, percepciones, necesidades, deseos, presunciones básicas o visiones de la realidad, las cuales generan una lucha.
Es dinámico y complejo.
Implica prácticamente siempre una quiebra comunicacional.
El conflicto está acompañado de expresiones emocionales abiertas o encubiertas.
No es bueno ni malo en sí mismo. Bien manejado puede ser productivo; mal manejado puede ser destructivo. Costos vs. Beneficios potenciales.
Esto mismo ya lo expresaba Sun Tzu en su obra “El arte de la guerra”, la cual es situada entre los años 476-221 a.c., y que hoy día se estudia en muchas escuelas de negocio como manual de autonocimiento y estrategia. Allí nos dice:
“El conflicto es luz y sombra, peligro y oportunidad, estabilidad y cambio, fortaleza y debilidad, el impulso para avanzar y el obstáculo que se opone. Todos los conflictos contienen la semilla de la creación y la destrucción”.
La pregunta por tanto que nos debemos hacer es… ¿cómo encaramos las situaciones conflictivas?.
“… con la llegada de la era moderna todo ha cambiado, con excepción de nuestra manera de pensar sobre el conflicto… Es ingenuo pretender solucionar problemas basándose en los mismo términos que han contribuido a crearlos”.
Albert Einstein
Otra de las distinciones que debemos tener es la de los diferentes niveles de conflicto que se pueden dar, y que seguro reconocen:
Intrapersonal
Interpersonal
Intragrupal
Intergrupal
Pero como la moneda tiene siempre dos caras, vamos a mencionar a continuación, algunas de las funciones positivas que nos trae el conflicto:
Es la raíz del cambio personal.
El conflicto es la semilla del cambio social y organizacional.
Evita el estancamiento, estimulando la curiosidad, creatividad e innovación.
Facilita la reconciliación de los intereses legítimos de las personas.
Contribuye a establecer las identidades tanto personales como grupales.
Ayuda a aprender nuevos y mejores modos de responder a los problemas, a construir relaciones sinceras y más duraderas, a conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás.
Ojalá sepamos en estos momentos de cambio que vivimos, aprovechar todo el potencial constructivo y creador implícito, para sentar bases firmes y lograr acuerdos transversales y duraderos, que demuestren una real altura de miras, y una verdadera voluntad de todas las partes para establecer un relacionamiento maduro y responsable, para desde el respeto, co-construir un nuevo pacto de país.
Ya en Mayo del año 2000, y también en la provincia de Córdoba, se inauguró este monumento, con tierra de todas la provincias del territorio nacional, “Como testimonio de Unidad Nacional y férreo sentimiento Federal”.
Para ello, y frente a la beligerancia de los discursos habituales, debemos saber que las partes en conflicto, por lo general, reducen su nivel de comunicación, reduciendo así la habilidad para entenderse mutuamente. Y esa falta de comunicación alimenta la distancia e incrementa la antipatía.
"No contestes a una palabra airada replicando con otra de igual tenor. Es la segunda, la tuya, la que seguramente los llevará a la riña."
Confucio
Si queremos crear las condiciones para un proceso constructivo de resolución de conflictos se deben introducir los siguientes ingredientes:
- buena comunicación
- compartir información
- confianza y respeto mutuo
- percepción de las semejanzas en valores y creencias
- aceptación de la legitimidad del otro
- proceso centrado en el problema
Esperemos por tanto que, los mandatarios, asuman su mandato y responsabilidad en este ejercicio democrático, republicano y patriótico, siendo ejemplares, y logrando trascender el momento, por el bien común de la sociedad que representan.
Si verdaderamente quieren, se puede. Hay muchas teorías, y muchos especialistas, que les pueden ayudar y guiar para llevarlo a la práctica. No por nada la Argentina tiene una larga trayectoria de profesionales, académicos e instituciones especializadas en manejo, gestión y resolución alternativa de conflictos.
“Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.
Unesco
En próximos posts avanzaremos con cuestiones y condiciones favorables para generar contexto, para conocer la implicancia de lo emocional por encima incluso de lo racional, y sobre todo, la importancia de ser competentes en la comunicación, favoreciendo y promocionando una verdadera escucha activa y asertividad entre todas las partes participantes en un proceso de negociación (ganar-ganar).
Convocar a un diálogo abierto, sincero y honesto es un ejercico casi “contracorriente” en estos tiempos que corren. Alcanzar acuerdos “de fondo” es una necesidad para seguir construyendo puentes que nos acerquen y que inviten a mirar hacia delante con una visión optimista e ilusionante. Todo ello contribuirá a forjar nuevas relaciones que servirán para impulsar avances y crecimiento que sean sostenibles en el tiempo.
Hoy se trata de preparar de nuevo la tierra y sembrar las mejores semillas pensando en la siguiente generación, no con el foco (cortoplacista) de una próxima elección. Así, cuidando, regando y fertilizando estas semillas, y protegiéndolas de las “inclemencias” externas, lograremos a su debido tiempo, la mejor y más prolífica de las cosechas.
"Vale más sembrar una cosecha nueva que llorar por la que se perdió."
Alejandro Casona
Podemos empezar a encontrar una línea común entre lo que suponen el cambio, la crisis y el conflicto, más allá de la letra “C” que da comienzo a estas palabras. Y es que también en otras “C”´s encontramos las claves para su solución. Creencias (limitantes o potenciadoras), Comunicación (ineficiente o productiva) y Compromiso (o es sincero y total, o no lo es). Así que vayamos preparando la ecuación ideal. En todo caso, y más en una sociedad, sólo hay dos operaciones aritméticas posibles: Sumar y Multiplicar.
(l@s que quieran restar y dividir, mejor que se abstengan!!)
Para terminar, y como viene siendo costumbre, les dejo con una serie de reflexiones de varios autores, que nos pueden servir como guía e inspiración en este camino y búsqueda de crecimiento y evolución:
"Sólo en un mundo de hombres sinceros es posible la unión."
Tomás Carlyle
“Para hacer escuchar lo que decimos es menester ponernos en el lugar de aquéllos a quienes nos dirigimos”
Rousseau
“Si sólo fuésemos lógicos, el futuro aparecería ciertamente dudoso. Pero somos mucho más que lógicos. Somos seres humanos, y tenemos fe, tenemos esperanza y podemos trabajar.”
Jacques Cousteau
“Nunca nos desharemos de un enemigo al confrontar el odio con el odio; nos desharemos de un enemigo al deshacernos de la enemistad.”
Martin Luther King
“Si queremos un mundo de paz y justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.”
Saint-Exupéry
“La mayoría de las personas gastan más tiempo y energía en hablar de los problemas que en afrontarlos”
Henry Ford
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